Elementor #186221

¿De dónde os vino la idea de adaptar el libro de Cipolla?

Porque me reí muchísimo mientras lo leía, y me reía a carcajada limpia pero también con la perturbadora sensación de estar riéndome un poco de mí mismo. Y reírte en varios niveles a la vez es una experiencia que no sucede tan a menudo.

¿Por qué hacerlo en formato conferencia y con música en directo?

El texto es un ensayo, así que parecía lógico probar con el formato conferencia, que además nos apetecía explorar. Después, una vez montada la conferencia pensamos en cómo traerla de vuelta al formato escénico, y ahí nos encajaron perfectamente los números musicales. Nos servían para estructurar la pieza en partes, para poner al público en otro lugar y como objeto de estudio: para poder lanzar unas preguntas al público sobre las piezas que habían escuchado. Y después de que lo montáramos, así se nos fueron ocurriendo muchas relaciones divertidas entre el ensayo de Cipolla y los lieder de Schubert, así que se quedaron.

¿Se te ocurre algún ejemplo en la vida pública actual del poder destructivo de la estupidez? 

Cualquier acto que conlleve consecuencias negativas para todos los implicados nos valdría, se me ocurren muchísimos ejemplos: la emergencia climática, la falta de participación en nuestros sistemas políticos, la desmemoria histórica que desde Europa se ejerce sobre el periodo colonial, la asunción del modelo afectivo emocional heterorreproductivo como el universal…

Si no hemos evolucionado como sistema social y económico desde que Cipolla escribió su libro, en los 80, ¿quiere esto decir que la estupidez humana no tiene remedio? ¿E incluso empeora? 

No, no tiene remedio… porque las instituciones que promueven el flujo constante de estúpidos hacia los puestos de poder se renuevan con los tiempos. Si en las sociedades preindustriales las clases y las castas hacían esa ignominiosa labor, hoy en día la burocracia, los partidos políticos e incluso la democracia -Cipolla nos explicará cómo- mantienen a un alto número de personas estúpidas en los puestos de poder. Y cuánto más poder tenga un estúpido mayor será su potencial destructivo, por eso no avanzamos…