Una buscadora de historias del desierto encuentra, y nos cuenta, la de Kori, un niño sordo, y Caramelo, un joven camello.
A través de esa amistad Kori descubre la poesía.
De la forma de contar ésta historia se evoca una forma de vida ejemplar como es la de los Saharauis; nómadas del desierto.
Los espacios, las formas, los personajes, se arman y desarman con los objetos de la supervivencia diaria, de latas laminadas por las ruedas del desierto y palitos cincelados por el aire.
La tierra siempre presente,
el viento mueve arena en forma de lluvia,
nos queda la leche y la carne.
Todo vuelve a la tierra…
1 comentario
Conocí a María José hace casi treinta años cuando era estudiante y siempre tuvo una especial sensibilidad y una sonrisa constante. Me alegra enormemente saber de su trabajo. Y espero poder ver alguna de estas funciones.