PRESENTACIÓN
Al ganar las elecciones municipales, se repitió y se repitió aquello de "cuando gobernemos vamos a tener a toda la prensa en contra". Y como ocurre a menudo, las expectativas se confirmaron con creces. Todo comenzó con una jugada “maestra” en la que con la consigna del “no asustar”, la alcaldesa de Madrid decidió aceptar la dimisión del concejal de cultura Guillermo Zapata, dando así estatuto de verdad al trabajo de deformación de la realidad lanzado desde la caverna mediática. Desde entonces, hemos visto múltiples casos a diferentes escalas contra todos los Ayuntamientos del cambio y contra distintos movimientos sociales. Y fue nuevamente en Madrid donde la guerra sobrepasó lo “cultural” para hacer aparecer nada menos que la prisión preventiva y el delito de “enaltecimiento del terrorismo” a los dos archiconocidos titiriteros. Más tarde, el Teatro del Barrio fue ejemplo de desobediencia al volver a representar la obra "enaltecedora", poniendo así en evidencia la capacidad colectiva de permanecer juntos frente al miedo y la criminalización de la libertad de expresión más elemental.
Desde el Instituto DM, Nociones Comunes y el Teatro del Barrio, queremos abrir un debate político honesto, para discutir críticamente sobre tres cuestiones: 1) ¿Qué significado tienen en el contexto del municipalismo el actual grado de agresividad en las guerras culturales de "la caverna"? 2) ¿Qué consecuencias no tan conocidas han tenido en términos judiciales, económicos y afectivos para nuestras organizaciones sociales y para la sociedad en general? 3) ¿Cómo podríamos avanzar en una narración colectiva que facilite una mejor coordinación para enfrentar las futuras guerras culturales, de manera que se puedan politizar de un modo más productivo y generen respuestas sociales e institucionales valientes e inteligentes?
