¿Por qué somos una cooperativa?
Porque la forma también es fondo. Porque si queremos ser transformadores, el camino, el proceso, el cómo hacemos las cosas, también son importantes. Por ello el proyecto es una cooperativa reflejo de este viaje colectivo. Además, queremos que se salga la lógica del mercado. Es decir, que el ánimo que lo impulse no sea el lucro económico.
Pero, ¿por qué una cooperativa de consumo sin ánimo de lucro?
Porque Teatro del Barrio también pone en valor una poderosa herramienta en manos de la ciudadanía: El consumo responsable.
La lógica económica capitalista ha generado en la sociedad una inercia de consumo irreflexivo. Necesidades creadas que nos llevan a consumir hasta morir, manteniéndonos en una insatisfacción constante. Una sociedad enferma que empieza a despertar del letargo. El consumo responsable es el camino a la cura. Pero, además, encierra en sí mismo un inmenso poder transformador. Dejamos de ser meros consumidores al albur de los departamentos de marketing de la grandes corporaciones y nos convertimos en ciudadanía empoderada que decide qué proyectos, qué bienes y qué servicios queremos que funcionen y, en sentido contrario, qué productos y organizaciones no deben contar con nuestro apoyo económico por afectar éstos a la salud, a los derechos humanos y al cuidado del medio ambiente.
El consumo responsable, por tanto, requiere información y también requiere coherencia. Lo más probable es que, hoy por hoy, los bienes y servicios responsables no sean más baratos, ya que tienen en cuenta factores como una retribución justa y digna de las trabajadoras.
Teatro del Barrio está unido a otros muchos. Queremos estar al lado de aquellos que están cimentando alternativas en todos los sectores de esta sociedad. El teatro quiere participar del nacimiento de una nueva economía, que camina junto a una ecología social y medioambiental, una economía creada desde abajo por el consumidor consciente.
Somos los primeros que queremos aprender de este movimiento de inteligencia consciente colectiva. Buscar ese equilibrio está en el ADN más profundo de este proyecto.
Poco a poco vamos a trabajando con la banca de la economía ética y transparente (Triodos), con la Economía del Bien Común (Mercado Social y Somos Sannas), con productos ecológicos en limpieza, bar y reformas, con contratos a eléctricas de renovables (Som Energia). Escucharemos y nos aliaremos con aquellas propuestas que participen de estas ideas.
Os invitamos a embarcar en esta maravillosa aventura. A ser protagonistas del cambio. A poner nuestro grano de arena a favor de un proyecto que pretende romper la inercia asumida del discurso oficial. A contagiarnos con la ilusión del cambio.
“La cultura de consumo, cultura del desvínculo, nos adiestra para creer que las cosas ocurren porque sí.”
(Eduardo Galeano)