Seis jóvenes se reúnen en una mesa en una sala del Teatro del Barrio, no son actrices, no son directoras, algunas incluso no van mucho al teatro. Son abogadas, antropólogas, psicólogas…entonces, ¿qué hacen en un teatro?¿hay algo tan importante que tengan que decir? ¿Que pueden 6 chicas, ¿chicas?, blancas, de 30 años, de las periferias de la ciudad de Madrid, decir que no se haya dicho antes?Esto se preguntan cada martes cuando acuden a la residencia que están haciendo.
Pero nos falta información, hay algo importante en todas ellas que debéis saber. Todas son gordas, no son gorditas, ni curvys, ni rellenitas. Son mujeres, personas, gordas que viven en un mundo que constantemente les dice que su cuerpo, y su vida está mal. Están en el escenario, sus cuerpos no se pueden ocultar, es el momento de que sus historias tampoco.
Parece que aquí hay un tema, un tema que es un tabú, para el público y para ellas. Toda la vida siendo gordas y gran parte de ella queriendo no serlo. ¿Por qué tenemos tanto miedo a engordar? Quizás viéndolas entendamos que el miedo a engordar reside en que somos conscientes de lo difícil que es vivir siendo gorda. ¿Cómo es ir a trabajar siendo gorda? ¿cómo es ir en el metro? ¿me siento o no me siento? ¿y enamorarse? ¿cómo es enamorarse cuando pesas más de 100 kilos?
Las personas gordas somos juzgadas por nuestro peso, ser gorda significa muchas cosas, ninguna buena, significa ser vaga, descuidada, triste y no tener fuerza de voluntad. Y es ese juicio el peso que más nos pesa.
Jugando con el teatro documento, con las ganas de contar para transformar y con el miedo a la exposición, este grupo de amigas está preparando un potaje para gritar juntas en escena contra la gordofobia y la violencia hacia las personas gordas.