Tener una sociedad donde la corrupción queda impune tiene consecuencias en el sentido de la justicia que desarrolla la gente. Como ejemplo, Michael Kohlhaas, el relato más conocido del autor romántico Henrik Von Kleist, escritor que estaba llamado a tomar el testigo de Johann Wolfgang Goethe pero acabó con su propia vida a los 34 años. Von Kleist se inspiró en varias crónicas del siglo XVI que relataban una serie de sucesos con una misma persona como protagonista. Él la bautizó, en su relato, como Michael Kohlhaas, cuyo sentido de la justicia lo convierte en rebelde y homicida porque la impunidad de los poderosos, nos dice esta historia, puede generar violencia.
Michael Kohlhaas es un comerciante de caballos que vive en Brandemburgo. Un día, al atravesar los territorios de un noble, éste lo despoja de dos de ellos en prenda por un documento de paso que Kohlhaas no tiene, y que en realidad ni existe. A la vuelta, en teoría, se los devolverá. Pero, para entonces, los dos caballos han sido maltratados, y al siervo que se quedó cuidándolos lo han expulsado después de darle una paliza. Kohlhaas inicia un proceso que se topa con las influencias y las relaciones del noble.
Marco Baliani y Remo Rostagno, dos grandes nombres del teatro italiano, adaptaron a la escena este relato, en los años 80 del pasado. Conservaron la voz del narrador, quien guía al público a través de los acontecimientos y da vida a los personajes, evocándolos más que interpretándolos. El texto se puso en pie en miles de actuaciones de Marco Baliani en Italia y en el mundo, consagrando a Baliani como uno de los inventores del Teatro di Narrazione en Italia, y al espectáculo Kohlhaas como un ejemplo irrepetible de este género, en torno al cual han crecido obras maestras del teatro italiano como Novecento de A. Baricco, Il racconto del Vajont de M. Paolini y G. Vacis o Scemo di guerra de A. Celestini.
En 2017, la compañía NadaDeLirios, especializada en narración oral, estrena una versión Kohlhaas en España, que se ha convertido en un aclamadísimo monólogo que interpreta el actor italiano Riccardo Rigamonti y dirige María Gómez. La propuesta fue Candidata a los Premios Max 2021, como Mejor Espectáculo Revelación. La obra podrá verse únicamente cuatro sábados en Teatro del Barrio, desde el 8 de enero de 2022.
Repasamos más personajes de ficción que han hecho de su causa personal una revolución colectiva.
Espartaco: Karl Marx le habló a Engels de Espartaco como prototipo del proletario revolucionario. Poco se sabe de este hombre de origen tracio, del sureste de Europa, que se convirtió en esclavo y gladiador después. Kirk Douglas le dio vida en la película de Kubrick que adaptó la novela de Howard Fast.
V de Vendetta: fue primero un cómic de Alan Moore y luego una película dirigida por James McTeique, a partir de la adaptación de las hermanas Wachowski. Como película, era sobre todo un entretenimiento con cierto mensaje incluido, pero acabó calando y convirtiéndose en un icono para ciertas protestas sociales.
Mr Robot: en esta serie que protagoniza Rami Malek, Elliot Alderson es un programador con problemas de ansiedad social, que trabaja como ingeniero de ciberseguridad de día. Unos anarquistas lo reclutan para convertirse en un hacker justiciero.
Che, El Argentino: Steven Soderbergh creó un díptico para entender las complejidades de la figura de Ernesto Guevara, el Che, icono político asesinado en la selva boliviana cuando intentaba extender el triunfo de la revolución en Cuba a toda Iberoamérica.
Los Amantes habituales: es una de las mejores películas de Philippe Garrel, en la que dirige a su hijo Louise. Retrata el espíritu de los creadores de la Nouvelle Vague y su vínculo con Mayo del 68, a partir de la historia de un joven poeta que intenta sobreponerse al desencanto de la revolución perdida.
Persépolis: Marjane Satrapi y Vicent Paronnaud escribieron y dirigieron, a partir del cómic de la primera, Persépolis, película de animación que dio la vuelta al mundo como antes lo hiciera la novela gráfica. La escritora y directa iraní creó una historia subversiva que se prohibió en su país, y al trasladarse a pantalla logró un mayor reconocimiento Con voces de Catherine Deneuve y Chiria Mastroianni, la obra busca profundizar en algunos elementos de la sociedad iraní.